Ya hemos hablado en bastantes entradas a cerca de los numerosos parámetros de configuración que nos permite usar Raspberry Pi.

Hoy he descubierto uno más que permite que pasados X minutos de inactividad, nos ponga la consola en color negro, es decir, que nos oculte el texto. Esto puede ser útil para cuando ejecutamos por consola comandos que ejecutan programas que salen por pantalla, si luego este programa finaliza su ejecución, que al menos no se vea el texto que está detrás.

Cómo ocultar la consola en Raspberry Pi

Editamos el fichero rc.local :

sudo nano /etc/rc.local

añadimos al final del todo:

setterm -blank 1

donde el número indica los minutos que pasarán hasta que la pantalla se oscurezca.

reiniciamos la Raspberry:

sudo reboot

en el próximo arranque se aplicarán los cambios.

Nota: al pulsar cualquier tecla del teclado, volveremos a ver la consola tal y como estaba antes.